No cabe duda que las últimas décadas han sido de lo más convulsas para las monarquías de medio mundo y la española no se queda atrás. Aunque han sido muchos los cambios producidos en estos últimos años, sin duda la abdicación de Juan Carlos I en su hijo, Felipe VI, allá por 2014, marcó un antes y un después en la institución y el país.
El papel de la Reina Letizia
Desde la abdicación, Letizia Ortiz Rocasolano, que hasta entonces era la Princesa de Asturias, se convirtió en la nueva Reina. Un papel muy diferente al que la periodista estaba acostumbrada a desempeñar en su vida, que dio un giro de 180 grados tras comprometerse con Felipe de Borbón.
La Reina se esfuerza por llevar una vida lo más normal posible dentro de sus obligaciones y así lo ha intentado con ahínco, especialmente desde el nacimiento de las princesas: Leonor y Sofía.
Los inconvenientes de la imagen pública
Por mucho que intenten evitarlo, a los famosos se les suele reconocer allá por donde van. Y aunque a algunos no les suponga ningún problema e incluso quieran que se les reconozca, para otras personas es una auténtica pesadilla.
Muchas celebrities han confesado en más de una ocasión lo incómodo que es sentirse observado en todas partes y carecer prácticamente de vida privada. Tanto es así, que algunos desean algo tan común para el resto de los mortales como salir a tomar un helado sin que nadie les pida una foto o un autógrafo.
La vida de los Royals
En la actualidad, existen más de 20 países con monarquías en todo el mundo. Aunque disfruten de una posición privilegiada en prácticamente todos los aspectos de su vida, los miembros de las casas reales también sufren los inconvenientes de ser personajes públicos.
Quizás la que se lleva la palma en cuanto a fama sea la Familia Real Británica, llena de escándalos y reinados de récord; como el de la Reina Isabel, que se mantuvo más de 70 años en el trono, hasta su fallecimiento el año pasado. Otras, como las de Suecia, Holanda, Dinamarca o Noruega, también copan titulares y portadas de revistas por motivos anecdóticos o eventos que ponen de manifiesto su humanidad más ridícula.
Europa es uno de los continentes que más monarquías concentra. Y hoy hablaremos concretamente de una que ha estado especialmente en el ojo del huracán en los últimos años: la Familia Real Española. Desde la abdicación de Juan Carlos I, la situación se ha calmado un poco y Felipe VI se ha convertido en un monarca querido y valorado por su pueblo, pero no exento de polémica.
Al principio de su relación se comentó mucho que la por entonces Princesa de Asturias no tuviera ascendencia real e incluso estuviera divorciada. Corría el año 2002 y Letizia Ortiz era una conocida periodista de la televisión pública española. Nadie presagiaba que aquella mujer que informaba a diario a tantos espectadores llegaría a ser la Reina de toda la nación.
Su llegada al trono
Tras un noviazgo prácticamente en secreto y una boda por todo lo alto, como manda la tradición, la pareja consolidó su relación, fruto de la cual nacieron sus dos hijas: la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Aunque Felipe es el menor de los tres hermanos, es el único varón y según la legislación española, prevalece la línea de sucesión masculina. A pesar de no haber cambiado la normativa, la primera en la línea de sucesión actual es su hija Leonor, ya que Felipe y Letizia no han tenido hijos varones.
El actual Felipe VI tuvo una infancia feliz en la que pudo recorrer medio mundo junto a sus padres y sus hermanas, las Infantas Elena y Cristina. En 1984 se marchó a estudiar a Canadá, donde finalizó sus estudios en un centro de gran prestigio.
Su vocación de servicio siempre por delante
Cuando se nace con el destino de ser rey, se madura a una velocidad superior al de resto de niños, ya que se deben asumir una gran cantidad de responsabilidades desde edades muy tempranas. Comprender la importancia y las características del cargo que se está llamado a ejercer no es tarea fácil, por lo que se les somete a un duro entrenamiento a todos los niveles desde la más tierna infancia.
Felipe VI se formó como militar, tal y como manda la tradición, con más de tres años de instrucción una vez hubo finalizado sus estudios en Canadá. Después siguió estudiando, ya en Madrid, graduándose en relaciones internacionales en la Universidad de Georgetown, en Washington, mientras iba asumiendo cada vez más responsabilidades como Príncipe de Asturias y Heredero al trono de España.
Su madre, la Reina Sofía, habla con orgullo de su hijo, como no puede ser de otra manera, destacando que su único objetivo es servir a España. Un sentimiento que Felipe tiene profundamente arraigado e interiorizado.
Un Rey querido por su pueblo
Desde su nacimiento, Felipe ha sido querido y valorado por la gente. Ha defendido la bandera española en múltiples ocasiones ejerciendo su deporte náutico favorito: la vela. Ha llegado incluso a ser el abanderado del país en los Juegos Olímpicos de 1992 que se celebraron en Barcelona, lo que disparó aún más su popularidad.
Mientras él se formaba, entrenaba y se preparaba para ser el Rey de España, su futura esposa, Letizia Ortiz Rocasolano, hacía lo propio, pero con otro objetivo.
¿Quién es la Reina Letizia?
La actual Reina nació en la localidad asturiana de Oviedo en 1972. Procede de una familia de clase trabajadora, pues es hija de una enfermera y un periodista. Letizia estudió en un colegio público y a los 14 años se trasladó a Madrid junto a su familia, donde se licenció en Periodismo en la Universidad Complutense. Posteriormente amplió su formación con un Máster en Periodismo Audiovisual.
Letizia comenzó su andadura profesional en diferentes periódicos y organizaciones del sector incluso durante su época estudiantil. Recorrió varias cadenas y periódicos hasta llegar a Radio Televisión Española, la cadena pública del país. Allí llegó a ser presentadora de las noticias del Telediario, un puesto de prestigio que la hizo muy popular en el sector y en toda España, llegando incluso a cubrir las elecciones presidenciales de EE UU durante el año 2.000.
Uno de los logros más destacados de su carrera profesional antes de tener que abandonarla por amor fue la concesión del Premio Larra, otorgado por la Asociación de Prensa de Madrid, a la mejor periodista de menos de 30 años.
Letizia se casó con Guerrero Pérez en 1998, pero la relación se terminó tan solo unos meses después. Se rumorea que el Príncipe Felipe ardía en deseos de conocer a esa presentadora del telediario y finalmente lo consiguió a través de un amigo en común.
La relación de los Reyes
Prácticamente todo su noviazgo transcurrió en la más estricta intimidad. Según se ha filtrado, Letizia le dio su teléfono a Felipe en aquel primer encuentro, pero tardaron meses en formalizar su relación. Aunque según parece todo fue viento en popa desde el principio, dada la posición del heredero al trono, decidieron mantener su relación en secreto lo máximo posible.
La sorpresa fue mayúscula cuando a principios de noviembre de 2003 se hacía pública la noticia del compromiso de Felipe y Letizia en una rueda de prensa que siguieron millones de espectadores para conocer a la que se convertiría en su futura reina. Aquel día, Felipe regaló a Letizia un anillo de compromiso de oro blanco y 16 diamantes y ella, a su vez, le regaló unos gemelos de oro blanco y zafiros.
La boda se celebró meses después, concretamente el 22 de mayo de 2004, en la Catedral de la Almudena de Madrid, con miles de invitados de todas las casas reales del mundo y millones de ciudadanos agolpados en las calles o frente a sus televisores para ver la que sin duda fue la boda del año.
La amenaza sobre la sucesión al trono
Gracias a su boda con el entonces Príncipe de Asturias, Letizia Ortiz se convirtió en una de las pocas personas que, sin ser miembro de la realeza, entró en la familia real. Apenas año y medio después de su boda, Letizia y Felipe fueron padres de su primogénita, la Princesa Leonor, actualmente heredera al trono. Y casi dos años después nació la segunda hija de la pareja, Sofía, segunda en la línea de sucesión, tras su hermana.
Muchos fueron los que aseguraron que Felipe y Letizia nunca llegarían a contraer matrimonio, sobre todo, por la oposición del Rey Juan Carlos, a quien no le agradaba la idea lo más mínimo. Se llegó a decir que el Rey Emérito pidió a su hijo que esperara al menos un año más antes de decidirse a contraer matrimonio con la periodista, pero este ya había tomado la decisión más importante de su vida y no se echó atrás pese a la insistencia de su padre. De hecho, se rumorea que Felipe amenazó a su progenitor con renunciar a sus derechos dinásticos para poder casarse con el amor de su vida.
Parece ser que Juan Carlos lo consultó con su esposa, la Reina Sofía, que le dijo que no tenían alternativa. Algunos miembros de la familia aseguran que cuando se produjo esa conversación, Felipe llevaba redactada una carta en la que declaraba su renuncia al trono en caso de que su familia se negara al enlace.
Los problemas de la pareja para estar juntos
Otro de los inconvenientes a los que se enfrentaban era al hecho de que Letizia ya hubiera estado casada anteriormente. De hecho, el Vaticano hubiera tenido que otorgarles una autorización especial para que pudieran contraer matrimonio por la iglesia, pero en esa ocasión tuvieron suerte, ya que el primer matrimonio de la actual Reina fue por lo civil.
Los supuestos casos de corrupción que rondan sobre la figura del Rey Juan Carlos desde 2010, así como una escapada que hizo en 2012 para cazar elefantes en un momento crítico para la economía española fueron momentos complicados para la monarquía española, que sufrió grandes daños en su reputación.
En junio de 2014 Juan Carlos I tomó la decisión de abdicar en su hijo, convirtiendo a su hijo Felipe VI en el actual rey de España. En uno de sus discursos más destacados, pronunciado en 2011 en Barcelona, el por entonces Príncipe de Asturias afirmó: “Quiero poner en práctica mi firme y constante deseo de adaptar la institución a los tiempos que vivimos en cada momento, liderando un proyecto que vincule nuestra historia con el futuro y que englobe nuestras tradiciones con un espíritu vanguardista y progresista”.
Su dedicación a la corona
Desde que comenzara su labor como miembro de la Familia Real, Letizia no ha dejado de trabajar, con especial dedicación a la infancia, la educación y la salud, apoyando diferentes causas e instituciones del sector, a las que le da mucha visibilidad dada su posición, lo que permite llegar y concienciar a más gente al respecto. Cabe destacar que es Presidenta de Honor de la Fundación Científica y de la Asociación Española Contra el Cáncer.
Pero desde el nacimiento de sus hijas, Letizia ha intentado protegerlas ante todo e intentar que lleven una vida lo más normal posible, sin perder nunca de vista sus objetivos y su labor como miembros de la Casa Real.
A diferencia de algunos otros miembros de la realeza, los Reyes de España se esfuerzan por llevar una vida familiar normal dentro de sus posibilidades. Es frecuente verles acudir al cine o al teatro junto a sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, a las que intentan educar en valores y con el compromiso de servicio al país que ellos mismos contrajeron.