Abramóvich es uno de los nombres que más han salido a la palestra desde que a finales del pasado mes de febrero Putin consumara su amenaza de invadir Ucrania e iniciara una guerra que nos tiene con el corazón encogido ante tanto sufrimiento.
El famoso magnate ruso es uno de los hombres más ricos e influyentes del país, además de formar parte del círculo de confianza de su presidente, Vladimir Putin.
De orígenes humildes hasta formar todo un imperio
Los comienzos del todopoderoso Abramóvich no fueron precisamente un camino de rosas. Pero poco a poco comenzó a labrarse una fortuna, con negocios de dudosa procedencia, hasta conseguir ser uno de los principales hombres de negocios del país.
Tras meter la cabeza en el mundo de los negocios del sector petrolífero, Abramóvich llegó a convertirse en el hombre más rico de Rusia y uno de los más ricos del mundo, citado incluso por la prestigiosa revista Forbes.
Negocios, política y fútbol
Durante algunos años, Roman Abramóvich ostentó cargos políticos alentados por su buen amigo Putin, que le renovó en el cargo en varias ocasiones. Pero la aventura duró poco y no tardó en echarse a un lado para centrarse en sus negocios y dar el salto al mundo del fútbol.
En junio de 2003 compró el equipo de fútbol inglés Chelsea, del que aún es propietario. Víctima de numerosos ataques por su religión (es judío), el multimillonario ruso ha promovido diversas iniciativas a través del fútbol para luchar contra el antisemitismo en diversos ámbitos, especialmente desde la infancia.
Su incómoda situación en Gran Bretaña
Desde que se consumó la invasión de Rusia a Ucrania, la situación de Abramóvich en Gran Bretaña ha tornado complicada. El país le ha bloqueado sus cuentas y fondos y el magnate se ha visto obligado a poner en venta alguna de sus propiedades en la zona.
Esto incluye el club de fútbol del que es propietario desde hace casi 20 años, el Chelsea, así como un lujoso ático y una mansión en uno de los lugares más lujos y exclusivos del país. Su cercanía y complicidad con Putin le están poniendo contra las cuerdas.
Se considera que tiene tanta influencia sobre el presidente ruso que ha sido uno de los poco que ha asistido a los encuentros celebrados para intentar acercar posturas en pro de conseguir un alto el fuego, sin que, de momento, haya avances al respecto.
Su flota de vehículos
Con todo buen multimillonario que se precie, Abramóvich cuenta con una flota de vehículos que deja boquiabierto a cualquiera. Aviones, helicópteros, yates, coches de todo tipo…siempre equipados con lo mejor de lo mejor y a todo lujo.
Recientemente hemos conocido más en profundidad alguna de estas propiedades, con las que el oligarca ruso se mueve cómodamente por todas partes del mundo.
Libertad de movimiento
Cabe destacar que Abramóvich también cuenta con pasaporte israelí y portugués, con lo que no tiene ni se espera que tenga problemas para moverse por donde desee. Si a esto se sumamos la increíble flota de 5 aviones de los que dispone, nos encontramos ante uno de los hombres más ricos y poderosos del planeta.
A estos 5 aviones lujosamente equipados hay que añadirles un helicóptero y, al menos, 5 yates. Uno de ellos, el Eclipse, es el segundo mayor yate del mundo. Tras una larga travesía procedente del Caribe, lleva unos días atracado en un puerto del Mediterráneo. Recientemente se han observados movimientos entre varios de sus lujosos medios de transporte, seguramente auspiciados por la situación bélica creada por Rusia.