Cocinada para la tortilla de la mañana, la sopa del mediodía o el guiso de la cena; o incluso cruda en ensaladas, sándwiches o hamburguesas; la cebolla es uno de esos pocos alimentos que están presentes en casi todas las cocinas del mundo. Lo que muchas personas quizás pasan por alto es que no solo se trata de una hortaliza muy versátil, sino que también es muy beneficiosa para nuestra salud gracias a sus propiedades diuréticas, antiinflamatorias y antioxidantes. Estas son siete de las miles de razones que existen para que la incluyas en tu dieta, obviando lo deliciosa que es, claro.
1. Propiedades antiinflamatorias
Según antiguos registros, la civilización griega creía que la cebolla purificaba la sangre. Esta creencia pudiera no ser incorrecta según un trabajo publicado en Frontiers in Pharmacology, en el cual se indica que los flavonoides de esta hortaliza apoyan las funciones renales. La cebolla también contiene un antioxidante llamado quercetina que es antiinflamatorio, lo que explica cómo ayuda en casos de artritis para aliviar el dolor de las articulaciones y contribuye en el combate contra las bacterias que causan infecciones en la vejiga.
2. Mejora la salud digestiva
Seguramente has escuchado hablar de los prebióticos, esos llamados “superalimentos” llenos de fibra que contribuyen a mantener a raya la salud intestinal y digestiva y que actualmente son muy populares en las redes sociales. Pues, ¡sorpresa! La cebolla está llena de prebióticos que la flora intestinal descompone para crear ácidos grasos de cadena corta, lo que puede ayudar a fortalecer tu salud digestiva, reforzar tu sistema inmune y reducir la inflamación. Además, su alto contenido de fibra puede ayudar a prevenir el estreñimiento. Es bien sabido que un tener un sistema digestivo sano puede disminuir el riesgo de desarrollar problemas gastrointestinales crónicos como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Crohn o la Colitis Ulcerosa.
3. Buena fuente de vitamina C
Las frutas cítricas no son la única fuente de vitamina C que puedes tener en tu dieta. La cebolla también tiene un alto contenido de este nutriente esencial para diversas funciones corporales, como la formación de cartílago y vasos sanguíneos. También es importante para mantener el sistema inmune sano y combatir infecciones y enfermedades. La cebolla morada ha sido durante mucho tiempo un remedio casero efectivo contra la gripe y problemas respiratorios. Esto se debe precisamente a su contenido de vitamina C, además de la presencia de enzimas que ayudan a relajar el músculo bronquial, algo que también puede ayudar a los asmáticos y alérgicos.
4. Regula el azúcar en la sangre
Un estudio publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI) de Estados Unidos reportó que un grupo de personas con diabetes tipos 1 y 2 vieron sus niveles de azúcar en la sangre significativamente reducidos cuatro horas después de haber comido 100 gramos de cebolla morada cruda. Esta es solo una de muchas investigaciones que respaldan la teoría de que la cebolla ayuda a regular el azúcar en la sangre y bajar los niveles de colesterol y triglicéridos. Esto puede deberse a la quercitina, flavonoide que interactúa con las células en el páncreas.
5. Repleta de antioxidantes
Los antioxidantes son compuestos que pueden ayudar a prevenir el daño celular al inhibir la oxidación causada por los radicales libres, los cuales se desarrollan cuando el cuerpo está expuesto a la contaminación; especialmente a radiación y humo de tabaco. Cuando el cuerpo no está preparado para luchar contra esta oxidación, se eleva el riesgo de padecer problemas como cáncer, enfermedad cardíaca y diabetes aumenta. Las cebollas contienen al menos 17 tipos de antioxidantes, entre ellos la ya mencionada quercitina. Este flavonoide inhibe la liberación de histaminas, principal causa de una respuesta inmune exagerada e inflamatoria, y protege las células del estrés oxidativo.
6. Protege el corazón
Debido a su alto contenido de antioxidantes, como se explicó en el punto anterior, la cebolla puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas al combatir la inflamación y bajar los niveles de colesterol y triglicéridos. Un estudio publicado en Pharmaceutical Biology señala que esta hortaliza contiene fenoles, flavonoides, saponinas y agliconas. Y todos estos compuestos tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes en el organismo humano. Otro estudio publicado por el NCBI afirma que la quercitina puede ayudar a reducir la presión sanguínea en personas con sobrepeso e hipertensión. Por supuesto, estos datos se refieren a la ingesta de dosis concentradas, mencionando además que con un consumo normal y habitual de cebolla ya se podrían apreciar resultados contundentes.
7. Llena de nutrientes importantes
Baja en calorías y llena de nutrientes y fibra, la cebolla es un alimento que le dará sabor a tus platillos sin remordimientos. Además de la vitamina C, esta hortaliza contiene vitamina B6 y folato, compuestos que son esenciales para el metabolismo y la función nerviosa. También es una buena fuente de potasio, un mineral que contribuye a la correcta función celular y la salud renal. Por último, pero no menos importante, la cebolla aporta manganeso, un mineral importante para la salud ósea (incluso ayuda a prevenir la osteoporosis) y para reducir el riesgo de coágulos sanguíneos. Así que ya sabes, sazona tus platos con cebolla para cuidar de tu salud mientras saboreas tus delicias culinarias.
