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¿Eres emocionalmente dependiente de tu pareja? 

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Saber que puedes confiar en que tu pareja estará allí para ti cuando necesites su apoyo es una parte importante de cualquier relación. Normalmente, es la primera persona a la que acudes cuando te pasa algo. Sin embargo, si sientes que necesitas a tu otra mitad para absolutamente todo, desde aliviar tu estrés hasta tomar una decisión, entonces puede que estés presentando una dependencia emocional y esto puede afectar negativamente a tu relación. En este artículo te presentamos nueve señales para saber si eres emocionalmente dependiente de tu pareja y viceversa, además de qué hacer para comenzar a solucionarlo.

Señal 1: No tienes vida fuera de tu relación

Es normal que al comienzo de la relación dediquen la mayor cantidad de tiempo posible a estar juntos y conocerse, dejando a un lado a la familia y los amigos. Pero, si una vez pasada esta etapa solo estás con tu pareja y el pensar en hacer algo sin su compañía te estresa, entonces puede que estés siendo emocionalmente dependiente. 

Señal 2: Necesitas su atención todo el tiempo

Un ejemplo típico de esto sería: le envías un mensaje de texto mientras está en el trabajo, y te molestas terriblemente si no te contesta inmediatamente. Si necesitas ser el centro de su atención a todas horas, esto podría ser una señal no solo de dependencia emocional, sino de que basas tu valor en la atención que tu pareja te presta. 

Señal 3: Dependes de su validación

Este punto se relaciona con el anterior. Sí, es bueno contar con el apoyo de tu pareja, pero si sabes que hiciste algo bien y aun así necesitas que él o ella te lo confirme, puede haber un problema. Es importante recordar que debemos confiar primero en nosotros mismos y en nuestro propio valor. 

Señal 4: Sientes celos en exceso

Los celos (sin razón) no son solo un problema de confianza, sino que también tiene su base en la dependencia emocional. Si sientes que necesitas a tu pareja para todo, es posible que sientas celos irracionales por miedo a perderle. Llegar al punto de prohibirle hablar con otras personas o demandar su atención en todo momento es una señal de alarma. 

Señal 5: Piensas que no eres suficiente

Quizás esta también sea una de las razones de los celos. Si tienes baja autoestima, es probable que sientas que no eres suficiente para tu pareja y te preguntes por qué está contigo. Esto, a su vez, genera que siempre estés en la búsqueda de afirmaciones por su parte. Es bueno que tu pareja te haga un cumplido, pero depender de eso todos los días no es sano.

Señal 6: Sientes ansiedad todo el tiempo

Las personas que son dependientes de su pareja sienten ansiedad cuando no están a su lado o no pueden controlar sus pasos. Si el no saber qué está haciendo tu amorcito a cada segundo te preocupa, esto podría ser una bandera roja. Se supone que tu relación debería hacerte sentir bien, no más estrés de lo normal. 

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Señal 7: Tienes un comportamiento sumiso

Para que una relación funcione, debes poder tener la libertad de decir si no estás de acuerdo con algo o si quieres que algo se haga de determinada manera, y ambos debéis poder llegar a un consenso. Pero si eres emocionalmente dependiente, es probable que tengas un comportamiento sumiso y aceptes todo lo que tu pareja te diga solo para evitar discutir.

Señal 8: Tu relación es tu única fuente de felicidad

Si has llegado al punto en que la única forma de que disfrutes algo es si estás con tu pareja (ejemplo, “me invitaron a una fiesta, pero no voy a ir porque mi amorcito no puede/quiere ir”), entonces probablemente tengas dependencia emocional. Ciertamente, eres feliz a su lado, pero también tienes que ser feliz por tu cuenta. 

Señal 9: Cambiaste para complacer a tu pareja

No tiene nada de malo disfrutar de aficiones juntos, pero ninguno de los dos debería cambiar demasiado solo por complacerse. Si solías amar las comedias románticas, pero ahora solo véis películas de terror porque son las que le gustan a tu pareja, entonces hay una dependencia emocional. Las parejas deben respetar sus gustos y compartirlos, no imponerse.  

A mature couple in their kitchen preparing food for a dinner party later this evening

¿Cómo dejar de ser emocionalmente dependiente?

Si te identificaste con estas señales, ya estás dando el primer paso para tomar medidas. Reconocer y asumir tus emociones te ayudará a identificar si hay algo mal. Escúchate. Puedes probar con la meditación o simplemente pasar tiempo a solas. Comienza a pasar más tiempo con personas fuera de la relación, explora tus intereses, practica el autocuidado. Todo esto sirve para tratar de comprender por qué sientes tanto apego a tu pareja. ¿Quizás sientes que no te trata de la misma forma en que tú le tratas? Si es así, háblalo. Que tu pareja sepa qué es lo que desencadena tus inseguridades puede ser positivo. 

¿Cómo lidiar con una pareja dependiente?

Puede ser que al leer estas señales más bien identifiques a tu pareja en vez de a ti. Sentir que tu otra mitad depende demasiado de ti puede ser agotador. Para comenzar, debes establecer límites. Si te llama cuando estás en tu trabajo, debes hacerle saber que a menos que sea una emergencia o algo muy importante, ese comportamiento no es adecuado y podría causarte problemas. Puedes decirle que, como alternativa, te envíe un mensaje de texto y que tú le contestarás tan pronto como te sea posible. La comunicación es importante, así que déjale saber cuánto significa para ti y cuánto valoras sus opiniones. También, asegúrate de sacar tiempo para hacer cosas juntos. 

La importancia de buscar ayuda

Estas señales y consejos pueden ayudarte a dar el primer paso, pero la mayoría de las relaciones en las que existe una dependencia emocional necesitan ayuda externa. Hablar con un psicólogo o asistir a terapia de pareja es primordial, puesto que gran parte de los problemas de apego tienen una raíz más profunda y es difícil abordarlos por nuestra cuenta. Además, si no se cuenta con las herramientas emocionales y psicológicas adecuadas, es posible que tratar de salir de esta situación termine convirtiéndose en algo agobiante. Un profesional puede ayudaros a desarrollar la confianza mutua y a encontrar formas más efectivas de comunicarse, en un espacio libre de juicios y en el que ambos os sintáis como iguales.