¿Cómo encontrar la felicidad? El mundo moderno nos ofrece múltiples opciones de abundancia material y comodidad mientras nos obliga a esconder el descontento, la ansiedad interior y la depresión detrás de una fachada engañosa. E, irónicamente, cuantos más beneficios nos brinda el «progreso» del mundo, menos satisfacción experimentamos en la vida.
La meditación nos ayuda a comprender que la verdadera felicidad está dentro de nosotros mismos. La alegría y la armonía que creemos que es dependiente de las circunstancias externas es, de hecho, una parte integral de nuestra propia naturaleza. Por suerte, cada día estamos más cerca de nosotros mismos y trabajamos cada vez más con la mente. Si no has empezado a meditar, descubre por qué esta práctica puede ayudarte a sentirte mejor en muchos aspectos.
Reduce el estrés
Ésta es una de las razones más comunes por las que la gente intenta meditar. Normalmente, el esfuerzo físico y mental provocan un aumento de la hormona del estrés, el cortisol, lo que provoca trastornos del sueño, depresión y ansiedad, presión arterial alta y fatiga. Un estudio de ocho semanas demostró que un estilo de meditación llamado meditación de atención plena redujo la respuesta inflamatoria física causada por el estrés. Otros estudios han demostrado que la meditación también puede mejorar los síntomas relacionados con el estrés, incluido el síndrome del intestino irritable, el trastorno de estrés postraumático y la fibromialgia.
Controla la ansiedad
Se ha demostrado que la meditación alivia los síntomas de los trastornos de ansiedad como las fobias, la ansiedad social, los pensamientos paranoicos, el comportamiento obsesivo-compulsivo y los ataques de ansiedad. El yoga, como una práctica conjunta de mente-cuerpo, también es útil para reducir los niveles de ansiedad. Es probable que esto se deba a los beneficios tanto de la práctica meditativa como de la actividad física.
Mantiene la salud emocional
Ciertas formas de meditación también pueden conducir a una mejora de la autoestima y favorecer que se adopte una perspectiva más positiva ante la vida. Las citocinas, unas sustancias químicas inflamatorias que se liberan en respuesta al estrés, pueden afectar el estado de ánimo y provocar depresión. Ciertas formas de meditación pueden mejorar el trasfondo emocional y crear una perspectiva vital más positiva. Desarrollar una rutina de meditación puede ayudar a mantener estos beneficios a largo plazo.
Aumenta la capacidad de atención
La meditación de atención plena es como un entrenamiento de pesas, ya que ayuda a aumentar la fuerza y la resistencia de la atención. Un estudio demostró que los trabajadores de recursos humanos que practicaban regularmente la meditación de atención plena se mantenían concentrados más tiempo en una sola tarea. Estos trabajadores también recordaban los detalles de sus tareas mejor que sus compañeros que no meditaban. Cuatro días de práctica de meditación pueden ser suficientes para aumentar la concentración.
Genera una percepción positiva
Ciertos tipos de meditación pueden cultivar los sentimientos y acciones positivas hacia uno mismo y hacia los demás. La metta, o meditación de bondad amorosa, es la práctica de desarrollar sentimientos positivos en todos los entornos. Este tipo de meditación aumenta la positividad, la empatía y el comportamiento compasivo hacia los demás.
Mejora el sueño
Practicar la meditación puede ayudar a controlar o redirigir la afluencia de pensamientos que a menudo conducen al insomnio. Además, puede ser útil para relajar el cuerpo, liberar tensión y atraer un estado de paz en el que es más probable dormirse. Las técnicas de meditación ayudan a relajarse y a controlar los múltiples pensamientos que pueden interferir con el descanso, lo que puede reducir el tiempo que nos cuesta conciliar el sueño y mejorar la calidad del mismo.
Ayuda a controlar el dolor
La percepción del dolor está relacionada con el estado mental y puede aumentar en condiciones estresantes. Por ejemplo: un estudio utilizó técnicas de resonancia magnética funcional para controlar la actividad cerebral cuando los participantes sentían dolor. Los pacientes que meditaban mostraron una mayor actividad en los centros del cerebro que controlan el dolor y reportaron menos sensibilidad. La meditación puede, por tanto, reducir la percepción del dolor en el cerebro, además de ayudar en el tratamiento del dolor crónico junto a la terapia médica o la fisioterapia.
Puede bajar la presión arterial
La meditación también puede mejorar la salud física reduciendo el estrés al que sometemos a nuestro corazón. Según un estudio, concentrarse en un «mantra silencioso» consistente en cantar una sola palabra durante una sesión de meditación reducía la presión arterial en aproximadamente una media de cinco puntos. La presión arterial no solo disminuye durante el proceso de meditación, sino que con el tiempo llega a un estado normal constante cuando esta práctica se convierte en una rutina.