El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades ha recopilado los datos del estado de pandemia desde el mes de octubre de 2020, elaborando un semáforo de tasa de contagios por países. Estas tasas se calculan sobre la base de los datos ofrecidos por el Epidemic Intelligence Information System del ECDC y se ven afectadas por la estrategia de prueba local, la capacidad de los laboratorios y la eficacia de los sistemas de vigilancia de la pandemia.
Según este semáforo, España es el país que más tiempo ha permanecido en riesgo alto o muy alto. Al mismo tiempo, otros países han sufrido rachas de riesgo medio o bajo, lo que se puede dividir por colores. Así comenzó la recopilación en octubre de 2020. La leyenda nos muestra tres colores distintos.
El rojo indica que la incidencia acumulada es de 50 a 150 casos por cada 100.000 habitantes y que la positividad supera el 4%, lo que se mide en los positivos obtenidos a raíz de cada prueba realizada. Si la positividad no supera el 4% pero la incidencia se sitúa entre 150 y 500 casos, también se considera alto riesgo. Este fue el color más característico de España durante todo el año.
El naranja se emplea para indicar una incidencia acumulada de 50 casos y una positividad superior (is it the same as the red level?) al 4%. Igual que con el indicador rojo, el dato importante es el de la incidencia, aunque la positividad no supere la barrera marcada.
El verde indica que la incidencia acumulada es de menos de 25 casos por cada 100.000 habitantes y que la positividad es inferior al 4%.
Bajadas de incidencia temporales
Solo en junio de 2021 podemos observar colores más claros en la península correspondientes a un descenso de la incidencia. La mitad del país tuvo unas semanas de alivio, aunque el efecto duró poco. Hasta hoy, Andalucía ha sido la única comunidad que no ha logrado salir del riesgo alto y muy alto, indicados por el color rojo y rojo oscuro.
El extremo ascenso de la incidencia llevó al ECDC a aplicar un nuevo color: el rojo oscuro, que indica un riesgo muy alto de contagio. Este color se aplica en el caso de superar los 500 casos por cada 100.000 habitantes, lo que por desgracia ha ocurrido en muchos países con la llegada de la tercera ola de Covid-19. Y el mes pasado, cuando toda la Unión Europea estaba deshaciéndose de los tonos oscuros, España volvió a pasar de un naranja estable a un estado de riesgo muy alto, lo que quiere decir que algo no está funcionado en la estrategia española contra el Covid-19.