La dinastía de los Borbones en España comenzó con la llegada de Felipe V al trono en el año 1700. Desde aquel entonces se han oído historias y rumores de todo tipo sobre los herederos. Hace doscientos años, por ejemplo, los españoles tuvieron que hacer frente a una pandemia mortal, la famosa gripe española, y los Borbones la afrontaron bien. Este y otros datos los aprendimos en el colegio, pero lo cierto es que en las lecciones escolares rara vez se nos abría el telón de la vida palaciega y de las vivencias personales de los monarcas, repletas de historias y hechos curiosos.
Así que no vamos a abordar la historia “oficial”, sino que nos centraremos en algunos aspectos personales de la monarquía española que quizá no conocías.
- Juana la Loca
Juana estaba obsesionada con su marido Felipe I. A su hijo Carlos I lo tuvo en el baño, ya que sus celos le impidieron dejar a su marido solo durante la celebración de un baile. Cuando su esposo murió, no permitió que se le enterrara en ocho meses y de vez en cuando pedía abrir el ataúd para poder besarlo y abrazarlo.
- Felipe V el bipolar
El carácter del rey variaba entre la euforia y la depresión con gran rapidez. En una ocasión salió a montar a caballo y sufrió un ataque de pánico e histeria, alegando que el sol quería atacarle. A partir de ese momento su locura fue a peor: incluso llegó a pensar que carecía de piernas y brazos y que era una rana.
- La taza de Carlos III
Carlos II era muy ordenado y metódico: tenía que tener todo siempre bien planificado. El rey tenía una taza especial que era su favorita para beber chocolate y no consideraba posible utilizar otra para ese cometido, o bien usar esa misma para otra bebida. También se decía que en las cartas a su padre relataba sus vivencias con pelos y señales, incluido cómo perdió su virginidad la noche de bodas con su amada esposa.
- Isabel II y su vida amorosa
No son pocos quienes aseguran que Isabel II fue una ninfómana. Quizá fue este el tema que más conversaciones propició en cuanto a su forma de ser. Casi todas las crónicas de la época coinciden en su alta y ajetreada vida sexual, especialmente las del general Francisco Serrano, que contribuyó a que creciera dicha fama. La describían como una mujer insaciable en lo sexual, que invitaba a su habitación a todo quien se le pusiera por delante.
- Fernando VII y su nariz
Muchos ya conocen la misteriosa relación que existe entre la nariz y otras partes del cuerpo. Pues en el caso de Fernando VII parece que esta regla era totalmente acertada. Resulta que el pene del Rey Fernando VII tenía un tamaño descomunal (macrosomía genital) que incluso le impedía tener plenas relaciones sexuales con mujeres.
- Carlos IV, el carpintero
Aparte de gobernar y cazar, lo que más entretenía a Carlos eran los trabajos manuales. Ya fuera con carpinteros, ebanistas, torneros o forjadores, le encantaba hacer oficio en los talleres reales.
- Alfonso XIII contra Churchill
El monarca siempre fue un cazador fiel, famoso por haber capturado los animales más exóticos. Pero la gran novedad vino con la práctica de diferentes tipos de deporte como la gimnasia, el esquí, el tenis y hasta el polo, deporte que compartía sobre todo con aristócratas británicos. Entre ellos estaba un joven oficial llamado Winston Churchill, así como nobles españoles con los que parece ser que no dejó de morder la hierba.