Si realmente piensas sobre eso, nuestro cuerpo no ha sido optimizado o actualizado por la evolución en miles de años, lo que significa que nos vemos y funcionamos casi exactamente igual que nuestros antepasados hace 30,000 años. Tal vez en ese entonces necesitábamos esos apéndices y músculos de la oreja para sobrevivir, pero hoy en día tenemos un montón de equipaje inútil, por así decirlo.