Cotonete, copito, hisopo, bastoncillo… Esta pequeña varita con los extremos forrados de algodón es conocida por varios nombres y está presente en casi todos los hogares. Aunque sus usos son muy variados, muchas personas asocian los cotonetes con la limpieza de los oídos, específicamente con la supuesta extracción del exceso de cerumen en el canal auditivo. Sin embargo, la palabra clave aquí es “supuesta”. La comunidad médica advierte que esta práctica tan extendida puede ser en realidad muy dañina, así que aquí te explicamos por qué deberías pensártelo dos veces antes de volver a hacerlo.
El cerumen
Primero, lo primero. Si eres de las personas que se aterra por tener un poco de cerumen en sus oídos porque está asociado a la “suciedad”, entonces debes saber que esto no siempre es así. La cera es producida en el canal auditivo externo por unas glándulas especiales para ayudar a mantener el canal limpio y humectado. Normalmente, este cerumen viaja a través del canal y se cae por sí solo por la abertura del oído. En sí, las funciones del cerumen son proteger el tímpano, prevenir la resequedad en el oído y atrapar el polvo, la suciedad, el agua y otros elementos que pueden entrar en el oído. Es por esto que nunca debes tratar de eliminarlo por completo.
¿Cuándo preocuparse?
El problema, como verás, no es el cerumen en sí, sino su acumulación. Cuando hay demasiado puede causar problemas como dolor de oído, pérdida de la audición, zumbido (tinnitus), infección, mal olor, picazón e incluso tos. Sin embargo, esto no es razón para que intentes sacarlo todo con un cotonete. De hecho, si se ha llegado hasta este punto en el que el cerumen te está afectando, lo mejor siempre será ir a un profesional de la salud auditiva para una limpieza especializada, porque podrías empeorar la situación con un hisopo.
El problema del cotonete
La audióloga Patricia Johnson, de la clínica UNC Health de Carolina del Norte, explicó que los cotonetes no son efectivos para extraer el cerumen, sino que más bien pudieran empujarlo aún más dentro del canal auditivo, ocasionando una acumulación que posiblemente termine en las complicaciones mencionadas en el punto anterior. “Por lo general, mis pacientes con los peores problemas con la cera son los que han usado hisopos de algodón de manera demasiado agresiva y luego deben pedirle a un profesional (un médico o un audiólogo) que retire la cera usando herramientas, agua o succión, y puede resultar desagradable”, dijo.
Peligro para el tímpano
Si necesitas otra razón para dejar tus oídos tranquilos, sería esta: el cotonete puede llegar fácilmente al tímpano, el cual es tan delicado que puede romperse incluso con una presión suave. Una perforación de tímpano es una situación bastante dolorosa e incómoda, y aunque usualmente sana con el tiempo, en los casos más graves se puede producir una pérdida auditiva temporal. Así que, si has estado usando hisopos para limpiarte y de repente sientes dolor, observas un líquido claro salir de tu canal auditivo, escuchas un zumbido o crees que no estás escuchando bien, ve al médico, porque estas serían señales e un tímpano perforado.
Limpieza efectiva y segura
Entonces, ¿cómo deberías limpiar tus oídos? Los expertos señalan que para la parte externa, es decir, la oreja y sus pliegues (cartílago) y el lóbulo, sí puedes utilizar un hisopo o incluso una toallita humedecida en agua. También puedes limpiar con agua y jabón cuando te duchas. Pero en el caso del canal auditivo, lo mejor es dejarlo tranquilo, pues si todo está sano y funcionando bien, el cerumen se renovará frecuentemente y se caerá solo. Si esto no está ocurrieron y sientes una acumulación, la otorrinolaringóloga española Elisa Gil-Carcedo explicó para el diario El País que se pueden comprar en farmacias gotas especializadas para disolver la cera. Estas se aplican en el canal y se dejan actuar para que ablanden la cera progresivamente y se desprenda.
Frecuencia
Como ya se mencionó, en condiciones normales, las personas no deben limpiar sus canales auditivos, pero sí puedes limpiar suavemente el exterior de tus oídos todos los días si lo deseas. Existen personas que son más susceptibles a la acumulación de cerumen que otras, por lo que si sientes que este es tu caso y que las limpiezas externas no te están funcionando, lo mejor es que consultes con tu médico para que te realice una extracción profesional de la cera. Pero, en resumen, evita tratar de limpiar el canal con cotonetes.