Con el paso del tiempo, la humanidad ha evolucionado y ha tenido que adaptarse a los cambios. Lo mismo ha pasado, en gran medida, con algunas religiones. Sin embargo, hay personas que desean seguir al pie de la letra los lineamientos de su religión. Si es tu caso y sigues la Biblia, hay algunas cosas que probablemente haces en tu vida diaria sin saber que están prohibidas por las Escrituras y que quizás la modernidad te la ponga difícil. Sigue leyendo para que te enteres de 7 de estas prohibiciones.
1. Mezclas de tela
En esta época, es probable que gran parte de tu ropa sea de poliéster, licra o algodón mezclado con otra cosa. El problema es que, según la Biblia, la mezcla de telas está prohibida. Levítico 19:19 dice: “Mis estatutos guardarán. No juntarás dos clases distintas de tu ganado; no sembrarás tu campo con dos clases de semillas, ni te pondrás un vestido con mezcla de dos clases de material”. Por su parte, Deuteronomio 22:11 señala: “No vestirás ropa de lana y lino juntamente”. Así que, si revisas la etiqueta de lo que cargues puesto, lo más seguro es que estés pecando.
2. Usar oro o hacerte trenzas, si eres mujeres
Hay muchas prohibiciones en la Biblia dirigidas únicamente a las mujeres, y esta es una de ellas. Si crees que esa cadena de oro con el dije de la cruz es una muestra de tu fe, pues según las Escrituras estás equivocada. 1 Timoteo 2:9 dice: “En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos”. En realidad, este versículo señala que las mujeres no deberían usar ningún tipo de accesorio (ni siquiera tu pulsera de perlas) ni peinados elaborados, como las trenzas.
3. Chismear
Esto es algo que nadie deberían hacer independientemente de su religión, pero si necesitas otra razón, aquí la tienes. Levítico 19:16 dice que, entre las instrucciones de Dios al pueblo de Israel, está: “No andarás chismeando entre tu pueblo”. Esto se pudiera unir con uno de los 10 mandamientos que dice que “no darás falso testimonio ni mentirás”, y ya tienes la mezcla perfecta para reprocharle a esa colega molesta con ínfulas de ser superior y que se la pasa hablando mal de todos en la oficina.
4. Consultar con psíquicos y adivinos
¿Alguna vez te has leído las cartas o has curioseado lo que dice tu horóscopo para este día? Pues, según la Biblia, deberían castigarte con la muerte. Levítico 19:31 dice: “No recurran a los encantadores ni a los adivinos. No los consulten ni se contaminen con ellos. Yo soy el Señor su Dios”, dando a entender que consultar tu futuro con una adivina en la feria de tu pueblo es un pecado. Y uno mortal, porque en Levítico 20:6 se lee: “En cuanto a la persona que vaya a los adivinos o a los espiritistas, para prostituirse en pos de ellos, también pondré Mi rostro contra esa persona y la exterminaré de entre su pueblo”.
5. Comer mariscos
Entre el montón de alimentos que se prohíben en Levítico, además del cerdo que es harto conocido, están los mariscos. Levítico 11:10 dice: “En cambio, considerarán inmundos a todos los animales de los mares y de los ríos que no tengan aletas ni escamas, sean reptiles u otros animales acuáticos”. Así que, en pocas palabras, los peces que multiplicó Jesús, bien… todo lo demás que está en el mar, mal. Entonces, si de verdad quieres seguir las Escrituras, olvídate de la langosta, los cocteles de camarones, las vieiras y prácticamente todo lo que va en una paella.
6. Arreglarte la barba y los cortes “redondos”
Esto va para los hombres. Levítico 19:27 les dice: “No se corten el cabello en redondo ni se despunten la barba”. Según esto, muchos de los cortes de pelo modernos serían un pecado, especialmente aquellos inspirados en los Beatles, o ese corte medio que llevaron Leonardo Di Caprio y casi todos los Backstreet Boys en los 90, o el corte despeinado de los surfistas. En fin, que o te lo cortas al ras o te lo dejas crecer al natural si quieres estar bien con la Biblia. Y lo mismo pasa con la barba: la religión la quiere larga y desgreñada, no perfectamente perfilada.
7. Hablar en la iglesia, si eres mujer
1 Corintios 14:34 reza: “…guarden las mujeres silencio en la iglesia, pues no les está permitido hablar. Que estén sumisas, como lo establece la ley”. Entonces, ¿todas las veces que fuiste a misa y rezaste en voz alta y cantaste las alabanzas, estabas pecando? Según esto, sí. Y, por cierto, ¿sabías que si acabas de dar a luz no puedes entrar a la iglesia? Levítico 12:2, 12:4 y 12:5 indican que si tuviste un bebé varón, debes “purificarte” por siete días antes de entrar a un templo. Ese plazo es el doble, dos semanas, si tuviste una niña.