Los programas de telerrealidad, mejor conocidos por su nombre en inglés, reality shows, generan un interés especial en el público. Ver a personas reales reaccionar, supuestamente sin guion, a situaciones de todo tipo hace que muchos nos preguntemos qué haríamos en su lugar. Y si no, al menos nos entretienen. Pero muchas de estas producciones han cruzado líneas que quizás era mejor no cruzar. Estos son 7 de estos casos que seguramente te harán pensar en la forma en que consumimos este tipo de contenido.
1. Celebrity Big Brother
Cuando un episodio de tu programa casi se convierte en un conflicto diplomático, tienes que darte cuenta de que decidir sacarlo al aire fue un error. En el Celebrity Big Brother UK de 2007, Jade Goody (personalidad mediática), Danielle Lloyd (modelo) y Jo O’Meara (cantante de S Club 7) realizaron comentarios y burlas racistas contra la actriz de Bollywood Shilpa Shetty. En la India estallaron protestas en las que quemaron fotografías de Goody, quien fue eliminada por el voto popular. Pero el daño estaba hecho: el Congreso de la India exigió disculpas públicas al Gobierno del Reino Unido y Celebrity Big Brother UK fue suspendido en su edición de 2008. El programa regresó al aire en 2009.
2. America’s Next Top Model
Desde su estreno en 2003 y en sus 24 temporadas, America’s Next Top Model no ha estado exento de controversias en su búsqueda por esa “gran modelo” del año. El programa de Tyra Banks ha sido criticado no solo por la forma en que tratan a las concursantes, sino también por sus “retos”. Quizás una de las situaciones más polémicas ocurrió en la temporada 4, cuando a las modelos les “cambiaron la raza” con maquillaje y peinados para una sesión de fotos. Por ejemplo, concursantes blancas fueron “disfrazadas” de negras, latinas de blancas y negras de asiáticas. De más está decir que esto no fue bien recibido ni por el público ni por las propias participantes. ¿Lo peor? En la temporada 13 lo volvieron a hacer.
3. Playing it Straight
Imagina cuán controversial debe ser un reality show para que el mismo canal que lo produjo decida sacarlo del aire al tercer capítulo. Hablamos de Playing it Straight, una especie de copia de The Bachelor que Fox estrenó en 2004, en el que 14 hombres “competían” por ganar el corazón de una mujer que, al final, compartiría el dinero del premio con el que eligiera como pareja. Lo que esta chica no sabía es que la mitad de esos hombres eran gays y, si uno de ellos resultaba ganador, se llevaría todo el dinero por “lograr el engaño”. La crítica destruyó el programa y lo calificó de problemático por “promover estereotipos negativos”.
4. Temptation Island
Es difícil determinar dónde está la línea de lo aceptable en un programa que se basa en poner a prueba la fidelidad de parejas que deben convivir con atractivos solteros. Así que Temptation Island ha generado bastantes momentos polémicos y explícitos. Sin embargo, en la temporada 9 (Netflix, 2025), los productores añadieron algo que parece haber sido ideado por una mente maquiavélica: una zona aislada y libre de cámaras, llamada “refugio de la tentación”, donde los participantes pueden tener sus “conexiones físicas”. Pero el giro es que cada vez que alguien decide entrar allí se enciende una luz brillante en la casa principal, por lo que todos los demás se enteran de que hay concursantes en el refugio. Vaya manera de generar conflictos.
5. The Bachelor
En The Bachelor, un hombre debe escoger entre una veintena de mujeres a su “media naranja” para casarse, una premisa que ha generado toda clase de momentos inolvidables, algunos no en el buen sentido. Uno de los más criticados ocurrió en la temporada 22 (2018), cuando el soltero Arie Luyendyk eligió a Becca Kufrin como su prometida. Pero unos meses después cambió de opinión, terminó con Kufrin y buscó a la finalista, Lauren Burnham. El problema es que todo esto también fue grabado y, después de emitir el capítulo final en el que Luyendyk eligió a Kufrin, el canal transmitió un especial llamado After the Final Rose, donde se muestra el rompimiento y el posterior compromiso de Luyendyk con Burnham. Para el público, esto fue algo muy cruel en contra de Becca Kufrin.
6. My Big Fat Obnoxious Boss
En una época en que The Apprentice era todo un éxito, Fox sacó una versión de la que solo transmitió cinco episodios tras las severas críticas que recibió. Se trató de My Big Fat Obnoxious Boss, de 2004, en el que 12 concursantes competían en pruebas a veces ridículas para ganar un empleo en un gran conglomerado de Chicago. El problema es que en el primer episodio revelan (al público, no a los participantes) que el “jefe”, N. Paul Todd, era en realidad un actor, que la compañía era falsa y que, además, había un “verdadero gran jefe” que iba a ser el que tomaría las decisiones finales. Los cinco capítulos restantes fueron subidos a una plataforma online, donde se supo que ese “gran jefe” era… un chimpancé. Vaya burla.
7. Toddlers & Tiaras
Toddlers & Tiaras nos mostró, durante siete temporadas, las extravagancias de los famosos concursos de belleza infantiles de Estados Unidos, y la verdad es que vimos de todo. Pero pocas cosas superan la decisión de una mamá llamada Wendy, que vistió a su hija Paisley, de entonces 3 años, para un desfile, con una minifalda azul, una camiseta blanca y unas botas negras altas. ¿Te suena? Sí, el outfit de Julia Roberts como la prostituta Vivian en Pretty Woman. Por muy chocante que suene, no fue la única niña que se mostró en el programa con ropas y trajes de baño poco apropiados para niñas pequeñas, lo que levantó críticas sobre la sexualización infantil en estos concursos. Si bien esto no fue responsabilidad del programa, lo cierto es que la producción decidió transmitirlo.
