Desde finales del 2022, el fenómeno climático El Niño ha sido el responsable de la ola de calor que ha experimentado gran parte del territorio chileno. Pero eso pudiera llegar pronto a su fin, según expertos, pues hay probabilidades de que en los próximos meses llegue a Chile La Niña, otro fenómeno meteorológico que se caracteriza por temperaturas más frías de lo normal y que tiene un ciclo mayor, de casi tres años. Puede que veas esto como una buena noticia si hasta ahora el calor te ha afectado, pero lo cierto es que La Niña ha generado preocupación por sus otros efectos. Sigue leyendo para que te enteres de las posibles repercusiones.
Adiós a El Niño
El Niño es un fenómeno atmosférico causado por el calentamiento gradual del océano Pacífico, el cual provoca intensas precipitaciones y un aumento de la temperatura. En Chile se experimenta desde el 2022-2023. Según explicaron al medio La Tercera Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, y Patricio González, académico del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología de la Universidad de Talca, “los récords actuales de temperatura son consecuencia del empuje combinado del calentamiento global y el fenómeno de El Niño”. Recordaron que hace unas semanas culminó la ola más calurosa jamás registrada en Santiago, con un promedio de 35°C de máxima diaria. Pero parece que esto está a punto de cambiar.
Pudiera llegar La Niña
Cordero explicó que El Niño se está debilitando y este ciclo pudiera llegar a su fin en otoño de para dar paso a La Niña en el océano Pacífico. “La Niña consiste en el enfriamiento anormal de las aguas ecuatoriales del océano Pacífico: el mar pasa de tener 29 grados a valores entre 25 y 26 grados”, agregó González. Los expertos señalaron que según la Agencia Oceanográfica y Atmosférica de Estados Unidos (Noaa), hay un 80 % de probabilidades que El Niño “se vaya” en los próximos meses y un 55 % de probabilidades de que La Niña “llegue” a partir de junio. Y, a diferencia de El Niño que tiene ciclos más o menos definidos de un año, La Niña puede presentarse varias veces seguidas, incluso por tres años consecutivos, como ocurrió entre 2020 y 2022.
Sus implicaciones
La llegada de La Niña significaría para Chile no solo un verano y los meses subsiguientes más “frescos” en cuanto a temperatura, sino que además marcaría una disminución en las lluvias, lo cual puede producir una megasequía. “Además, el fenómeno trae consigo bajas temperaturas en invierno a través de incursiones de masas de aire polar que generarán heladas de 2 o 3 grados bajo”, dijo González. El sector más afectado será la agricultura, lo que puede generar problemas en el abastecimiento. “La falta de agua y la falta de nieve obligan a racionalizar las plantaciones, los cultivos tienen menos agua, se debe manejar mejor la eficiencia de los embalses y normalmente hay pérdidas agrícolas o reducción de hectáreas cultivadas, porque que este elemento no alcanza”.
A tener en cuenta
Existen otras consecuencias que pudieran ocurrir y que debes conocer. “Una temporada muy seca provocaría un aumento en el estrés hídrico y nos quedaríamos muy expuestos a cortes de agua en las ciudades de la zona central”, explicó Cordero a La Tercera. La sequía también puede incrementar los casos de incendios forestales debido a la ráfaga seca, cálida y fuerte que proviene de la Cordillera de los Andes y que sopla hacia los valles. Esto fue lo que ocurrió en el último ciclo de La Niña en Chile, de 2020 a inicios del 2023. Los expertos indican que estos pronósticos, si bien no son 100 % certeros, deben ser tomados en cuenta por las autoridades y la población para prepararse para una posible sequía.
¿Por qué se llaman así?
Como dato curioso, El Niño fue bautizado así por pescadores de Perú en el siglo XIX, quienes se dieron cuenta de que todos los años en diciembre, cerca de la Navidad, se presentaba un incremento en la temperatura del mar, y este calentamiento afectaba su profesión. A esta corriente de aguas cálidas la llamaron “El Niño” en alusión al Niño Jesús. Muchos años después, cuando se detectó un fenómeno contrario (el enfriamiento de las aguas), simplemente se le dio el nombre opuesto, “La Niña”. Por cierto, estos nombres se conocen y se mencionan en español en todo el mundo, independientemente del idioma.